Cuando nos sentamos a analizar qué acciones realizar para hacer crecer nuestro negocio, podemos dividir nuestros planteamientos en dos partes diferenciadas: el marketing estratégico y el operativo.
En este artículo, me centraré en analizar en profundidad el primero de ellos, definiendo claramente este concepto y estableciendo las características que lo diferencian del segundo término.
De esta manera, nuestro Plan de Marketing, tanto en lo que se refiere a las acciones Offline como Online, tendrán mucho más sentido y nos conducirán a la consecución de todos nuestros objetivos.
Sin más dilación, comencemos por el principio, que es conociendo de qué hablamos exactamente:
¿Qué es el Marketing Estratégico?
El Marketing Estratégico es el ámbito más teórico de análisis y conocimiento del mercado al que enfocaremos todas las acciones, de modo que las acciones que llevemos luego a cabo surtan el efecto deseado y satisfagan las necesidades de nuestros potenciales clientes.
De esta forma, al conocer mejor cuáles son los motivos por los que éstos se interesarán por nuestros productos o servicios, podremos acomodar mejor qué y cómo acomodar nuestros contenidos y acciones.
Como podrás estar intuyendo, esta parte del marketing de una empresa engloba acciones efectivas a medio e incluso largo plazo, ya que la efectividad de éstas dará sus frutos pasado un cierto tiempo.
En términos generales, se considera que desempeña un vínculo de unión entre empresa, producto, consumidores y competencia.
Asimismo, trata de aprovechar las posibilidades económicas de la empresa para intentar maximizar los beneficios. Además, crea una planificación para orientar la estrategia para conseguir mayor rentabilidad para la marca.
¿Qué beneficios tiene el marketing estratégico para una empresa?
Entre la cantidad de puntos positivos que tiene este concepto empresarial, podemos destacar los siguientes ya que nos permite:
» Saber dónde nos encontramos actualmente
El marketing estratégico nos puede aclarar el mapa general del sector donde nos ubiquemos, así como la hoja de ruta a seguir con todas las acciones.
Del mismo modo, saber quiénes son nuestros competidores, cómo afrontar un plan para superarles y quiénes serán nuestros potenciales clientes o buyer persona.
» Saber quién es nuestro cliente ideal
Tal y como te acabo de mencionar, conocer con exactitud la «radiografía» de quién será nuestro consumidor prototipo es de vital importancia para el nuestro y otras empresas en general.
El cliente, como epicentro de las acciones llevadas a cabo, cada vez es más inteligente y está mejor informado, por lo que a su vez nuestras maniobras deberán estar más segmentadas y ser más sofisticadas.
» Conocer cuáles son nuestros objetivos
El marketing estratégico es la «excusa perfecta» para realizar una exhaustiva investigación sobre nuestro negocio.
Desde ese punto inicial, podemos establecer los objetivos medibles y alcanzables de la compañía. A partir de entonces podemos clarificar y darle forma a todo aquello que haremos para conseguirlo.
» Saber qué nos diferencia de la competencia
A más exhaustivo sea ese análisis de la situación inicial donde nos encontramos, mayor será la diferenciación con respecto a las demás marcas de la competencia.
En caso contrario, nos dejaremos llevar por lo que otros están haciendo y tendremos el riesgo de ser demasiado parecidos a otros y, a su vez, nuestros productos o servicios a los que otros ya ofrecen.
Eso por no decir de los malentendidos que podemos generar con ello…
» «Cazar» oportunidades de negocio
Si logramos establecer un plan estratégico bien elaborado, incluyendo las tendencias actuales y las que están por venir, podremos adelantarnos a otros competidores y poder obtener un crecimiento mayor que ellos a medio/largo plazo.
Recuerda que «el que pega primero, pega dos veces».
» Adelantarnos a una posible crisis
Como en toda empresa, es posible que vengan épocas de «vacas gordas», así como flacas. En las buenas, todo rodará de maravilla, sin embargo, en épocas no tan buenas tendremos que estar suficientemente preparados.
Así, convendría que tuvieras un plan de contingencias y un plan para actuar en consecuencia. Eso sí, elaborado de forma clara, concisa y detalladamente, que comprendan y sepan llevar a cabo todos los miembros de tu equipo.
Diferencias entre el marketing estratégico y operativo
Tal y como te aventure al principio de este artículo, hoy aclararíamos cuáles son las diferencias entre estos dos conceptos o vertientes de este sector.
Sin embargo, no podemos establecer sus diferencias sin antes definir ni conocer el segundo de estos términos:
¿Qué es el Marketing Operativo exactamente?
El marketing operativo es aquel que se enfoca en ejecutar y controlar el cumplimiento de las directrices marcadas en el plan establecido.
En otras palabras, podemos afirmar que el Estratégico se encarga de la parte teórica y el Operativo del ámbito más práctico y ejecutivo.
Por tanto, volviendo al hilo anterior de sus diferencias, podemos marcarlas en los siguientes factores:
» Plazos
El marketing estratégico, como te recalqué anteriormente, se tiene una efectividad a medio/largo plazo, mientras que en el operativo los resultados se esperan a corto plazo.
» Objetivos
Mientras que el primero se centra en fijar y establecer cuáles serán las acciones se llevarán a cabo y se cumplirán a largo plazo, el segundo se encargará de llevarlas a cabo, gracias a técnicas de lo más variado, como la promoción y distribución de los productos.
¿Qué modalidades de Marketing Estratégico puedo aplicar a mi negocio?
Aclarados ya estos dos conceptos y sabiendo las diferencias de éste con el apartado operativo, a continuación te voy a recomendar algunas formas de hacer crecer tu proyecto digital.
La mayoría son muy sencillas y al alcance de prácticamente todo el mundo:
1. Estrategia de posicionamiento
En este planteamiento podemos trabajar todo lo relacionado a dar mayor visibilidad online, haciendo posible permanezcamos en todo momento en el «top of mind» del usuario al que nos dirigimos.
Dicha visibilidad la trabajemos aportándoles valor, ofreciéndoles contenidos que les resuelvan sus principales necesidades.
2. Estrategia de cartera
Realizar una profunda introspección y replantearnos nuestro potencial y la rentabilidad de los productos que ofrecemos nos podrá servir para enfocarnos mejor y estar más seguros de la calidad de éstos.
De esta manera, y a sabiendas de sus puntos fuertes, poder «defenderlos» cuando se tercie.
3. Estrategia funcional
Respecto a este tipo de acciones, debemos hacer mención a lo que se suele denominar «4P’s del Marketing Mix«, que está basado en:
- Producto
- Precio
- Comunicación
- Distribución
Esta mezcla de factores clave funcionará a la perfección cuando estos 4 ingredientes funcionen entre sí, haciendo que el sistema completo sea rentable para la marca o negocio.
4. Estrategia de segmentación
Ofrecer un producto, servicio o, en general, una oferta acorde con las necesidades de cada tipo de público es vital para la buena marcha de la empresa.
Según esto, debemos llevar el concepto de «segmentación» hasta el máximo nivel que podamos, estableciendo grupos de usuarios dentro de un mercado global, a los cuales dirigir todos nuestros esfuerzos.
Sólo así conseguiremos calar en cada uno de ellos y, finalmente, maximizar las ventas y fidelizarlos de cara a futuras ocasiones.
5. Estrategia de crecimiento
Durante esta fase y una vez consolidados los peldaños anteriores de conseguir penetrar en el mercado que sea de nuestro interés y hacernos con una cartera de clientes más o menos recurrente y estable, llegará el crecimiento.
Aquí decidiremos qué rumbo llevaremos con nuestro negocio en un futuro: algunos ejemplos de decisiones podrían ser si diversificar nuestros productos o hiperespecializarnos aún más en los ya existentes.
Todo ello, para ahondar en nuestro crecimiento continuo.
6. Fidelización de clientes
En este tipo de planteamientos del marketing estratégico intentaremos llevar a cabo acciones que se centren en cómo crear lazos o relaciones fuertes y duraderas con nuestros actuales clientes.
Recuerda que, como siempre se dice en el ámbito del emprendimiento: «cuesta mucho menos fidelizar a un cliente que atraer nuevos».
De esta forma, mejorar la atención al cliente, la experiencia de usuario y la usabilidad dentro de nuestro sitio web podrían ser premisas a tener en cuenta.
Además, tenlos en cuenta y hazles partícipes de tu proyecto de mejora,… ¡les encantará!
Conclusión
Aunque en este artículo me he centrado en el marketing estratégico y en planteamientos algo más «largoplacistas», ten en cuenta que a corto plazo seguro que tienes mucho por hacer.
La unión hace la fuerza, y ahora que sabes las diferencias entre ambas vertientes, podrías potenciar todo lo que te falta y ser más competitivo, experimentando una transformación digital sin precedentes si fuera necesario para ello.
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¿Has comprendido la importancia de trabajar el marketing estratégico como pilar fundamental de tu Plan global?
¿Que otras técnicas o planteamientos añadirías a los aquí descritos?
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