Tus ideas valen mucho, pero pueden amplificarse e ir a mayor velocidad con ayuda de los demás. ¿Qué tal hacer la prueba con un brainstorming? Puedes aplicarlo para inventar nuevos productos, renovar procesos, solucionar problemas de modo alternativo…
Existen varios métodos dirigidos para que disfrutes de una lluvia de ideas eficiente para tu emprendimiento, que además evita que el procedimiento se convierta en una jaula de grillos y te deje la cabeza como un bombo.
Olvídate de ideas preconcebidas que detrás de esto hay mucha ciencia y resultados comprobados. ¿Pasamos a verlos?
¿Qué es brainstorming?
Brainstorming es una técnica creativa de grupo empleada para generar ideas originales alrededor del tema o problema planteado, en un ambiente distendido.
El concepto se lo debemos a Alex Faickney Osborn, un exitoso publicista que en 1939 salvó a su agencia BBDO de la quiebra con ayuda de la lluvia de ideas, método que él llevaba usando dos décadas.
Gracias a su capacidad de observación, Osborn se dio cuenta de que un grupo genera más y mejores ideas, siempre que sigan unas reglas de respeto y convivencia, la primera de las cuales es no discutir.
Además, se precisa un ambiente relajado en el que puedan aflorar todas las ideas, que además deben apoyarse, lo que fomenta el buen ánimo y que surjan todavía más y mejores pensamientos.
La potencia creativa de la tormenta de ideas es tal, que puede emplearse en muchísimos campos, y aplicado al marketing es de gran utilidad.
En el emprendimiento te ayuda a buscar nuevas ideas de negocio o renovar las actuales, diseñar cualquier elemento creativo, mejorar procesos de planificación u organización… Y además refuerza los equipos de trabajo y potencia sus habilidades blandas.
Ventajas y desventajas del brainstorming
Sobre el papel este proceso suena muy bien, y lo es siempre que se desarrolle escogiendo con tino los participantes y se tengan en cuenta las limitaciones del sistema:
Ventajas de la tormenta de ideas
- Genera gran cantidad de ideas, algunas interesantes por ser inusuales
- Estimula el pensamiento creativo, a la hora de resolver problemas
- Crea un ambiente participativo, que se extiende más allá de la sesión
- Anima a innovar y libera la creatividad
- Aumenta la productividad de la empresa
- Incrementa la motivación en los participantes
- Refuerza la atmósfera de grupo
- Mejora la comunicación entre sus miembros
- Rompe la rutina de pensamiento empresarial
Desventajas del brainstorming
- Algunos miembros hablan mucho, tapando a otros
- No todos los presentes participan activamente
- Puede existir parasitismo, cuando alguien vive de las ideas de otros sin aportar
- Miedo a la crítica, que paraliza el potencial de un miembro
- El ritmo de entender el tema es diferente en cada uno, ralentizando las aportaciones
- Los trabajadores individualistas no ven reconocidas sus ideas
Consejos claves para realizar una sesión de brainstorming
En una sesión de brainstroming necesitamos potenciar la creatividad (una soft skill esencial para el proceso) y que las ideas fluyan libres y sin límites.
Estos consejos pueden ayudarte a caminar en esa dirección:
1. Establecer un tiempo límite
El cerebro se centra mejor cuando sabe que tiene un tiempo concreto para trabajar. Si no hay límites temporales resulta más complicado enfocarse pronto en la tarea.
2. No criticar, discutir o comentar las ideas de otros
Es fundamental considerar como valiosas todas las ideas. De hecho, las que resultan más absurdas son las que están fuera del camino y las que pueden conducir a pensamientos nuevos.
3. Potenciar la cantidad frente a la calidad
Hay que recoger el máximo de ideas, porque no sabemos cuál será la ganadora, que a priori puede resultar chocante. Además, una sesión puede generar varias líneas novedosas.
4. Cuidar la elección de los participantes
El equipo debe tener entre 6 y 12 personas para que sea eficaz. Escógelas con formación variada -mejor que no haya expertos-, que tengan actitud positiva o una motivación para participar, y con personalidades fuertes e independientes.
5. Registrar todas las ideas
El secretario de la sesión debe tomar nota escrita de todas las ideas en una pizarra, sin censurarlas ni analizarlas. Cuando no se hace, los participantes se desmotivan.
Con este previo, ya estás listo para comenzar tu sesión.
¿Cómo hacer una sesión de brainstorming paso a paso?
Si tienes claro cómo se desarrolla el proceso de volcado de ideas, sabrás organizar la sesión. Escoge una sala amplia y luminosa -mejor con luz natural-, que tenga una pizarra o un proyector conectado a un ordenador.
Se trata de que todos los participantes vean las ideas, para fomentar la combinación entre ellas.
La mejor colocación es en círculo y todos deben disponer de un cuaderno para anotar y agua, bebidas o café.
¿Listos para comenzar?
1. Concreta el tema sobre el que hay que volcar ideas
Es fundamental cercar el tema y presentarlo:
¿Ideas para contenidos para tus redes sociales?
¿Posibles temas para un lead magnet?
¿Enfoque de una campaña en Instagram?
¿Temáticas para la newsletter?
Se debe explicar bien y breve, y además abordarlo como un reto creativo.
Aprovecha también este momento para indicar de qué tiempo se dispone para la tarea.
Una correcta gestión del tiempo potencia la productividad del equipo.
2. Nombra y presenta a la persona que se ocupa de dirigir el ejercicio
Esta actúa como moderador que guía la sesión, resuelve dudas, dinamiza, vela porque se cumplan las normas y conduce a los participantes hacia el objetivo, que es reunir la mayor cantidad de ideas.
Su responsabilidad es mantener el foco y estimular que unas aportaciones se complementen con otras.
3. Explica el proceso y sistema que se va a seguir
Hay varias técnicas para realizar una tormenta de ideas. El moderador explica la elegida y su funcionamiento.
Ten en cuenta que todo brainstorming sigue cuatro etapas: calentamiento, generación de ideas, mejora de las mismas y evaluación final.
4. Prepara el ambiente con un juego
Siempre cuesta entrar en materia y superar el bloqueo inicial, sobre todo si entre los participantes hay miembros que no se conocen.
Un juego relajado que incluya improvisación, ayuda a disipar la tensión y activar la participación.
La gamificación nunca falla.
5. Comienzan a volcarse ideas
Este es el momento crucial, en el que pensamientos de todo tipo salen a la luz. El moderador incentiva la participación de los que no han hablado, los enfoques diferentes y anima a relacionar las ideas nuevas con otras que ya han salido.
Es importante no quedarse con las primeras ideas que surjan. Eso dirige la atención en esa dirección y limita el nacimiento de más propuestas novedosas.
6. Se anotan todas ideas aportadas
La figura que se encarga de esta labor es el secretario, que además se ocupa de solucionar cualquier necesidad que surja durante la sesión.
Puede usar una herramienta para plasmar las ideas, de modo que sean más visuales y fáciles de manejar posteriormente. Es adecuada una app para mapas mentales como Miro o Stormboard proyectada. También vale una pizarra.
7. Termina el proceso de volcado
Lo recomendable es que las sesiones tengan una duración corta, de aproximadamente media hora, para que sea dinámica.
Al terminar los minutos, o si ya no surgen las ideas, se da por cerrada la fase de aportación de ideas.
8. Se ordenan y analizan las ideas
En este momento se seleccionan las mejores aportaciones o todas aquellas que resultan viables.
Con tanto material sobre la mesa, un sistema puede ser seleccionar no más de diez ideas y puntuarlas según varios criterios para escoger la que mejor solucione el tema planteado. O agruparlas por categorías similares y luego votar la mejor.
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Técnicas y ejemplos de brainstorming
El sistema antes explicado es el proceso de la tormenta de ideas a grandes rasgos, pero hay diferentes técnicas para desarrollar la estimulación creativa. Te cuento algunas:
1. Solución Creativa de Problemas (CPS)
La primera técnica de la lista es la que diseñó Osborne junto al Dr. Sidney Parnes en su Centro Internacional de Estudios de Creatividad.
Consta de siete etapas correlativas que comienzan con el planteamiento del problema y la aportación de datos, y se cierra juzgando las ideas resultantes.
2. Ranking forzado
Esta técnica se usa tras la lluvia de ideas para escoger cuál de todas ellas se va a implementar, en el caso de que no puedan escogerse varias.
En el caso de que necesites un eslogan para una campaña de marketing, primero reduce la lista entre 10 y 5 ideas que se escriben en una tabla en filas.
En las columnas se colocan los criterios que el grupo va a valorar: originalidad, voz de marca, atemporalidad…
Se establece una puntuación mínima que corresponde con la cantidad de ideas a puntuar (si hay 7 eslóganes, 7 es la puntuación mínima).
Cada participante vota en todos los criterios y tras sumar puntuaciones, se escoge la que tiene más puntos.
3. Los 5 Whys
Consiste en preguntar cinco veces seguidas el por qué sobre la respuesta anterior, lo que permite entender mejor el problema y solucionarlo. El sistema procede de Toyota y lo desarrolló Sakichi Toyoda.
Por ejemplo, si faltan los documentos adjuntos en varios expedientes, la primera pregunta sería ¿Por qué faltan los expedientes adjuntos? Porque no se han adjuntado en la creación o el proceso.
¿Por qué no se han adjuntado? Porque la actividad se comparte entre tres departamentos diferentes y a veces se olvidan de hacerlo o se pierden.
¿Por qué se pierden y olvidan? Porque no se hace a tiempo y luego pasa a otra sección, o porque desconocen cómo hacerlo.
Siguiendo el hilo de los porqués, se llegaría a la idea final de que no se da importancia a la acción de adjuntar archivos porque el objetivo es realizar actividades operativas y además se desconocen las normas para hacerlo.
Y de este modo se pueden poner soluciones acertadas.
4. Mapas mentales
Este sistema permite una buena visualización de las ideas, ya que se dibujan de forma ordenada a la vista de todos. El problema va en el centro y se usan colores para mostrar las categorías de las soluciones.
El árbol resultante es muy útil para participantes que piensan mejor con ayuda de imágenes.
5. Ideación rápida
Para la ideación rápida se establece un límite corto de tiempo, en el que los miembros del grupo escriben en su libreta todas las ideas que se le ocurran. Esto espolea la creatividad y establece un sentido de urgencia que hace que todo fluya más rápido.
Como no hay tiempo a que cada uno juzgue su idea, surgen aportaciones muy interesantes.
6. Los 6 sombreros para pensar
Esta técnica es del psicólogo Edward de Bono y consiste en asumir 6 roles diferentes entre los participantes.
Cada sombrero tiene un color y una función:
- Azul, el moderador
- Negro, el crítico
- Rojo, el emocional
- Verde, el pensador
- Amarillo, el optimista
- Blanco, la neutralidad con cifras y hechos
De este modo se ven el problema y las soluciones desde diversos enfoques.
Si quisieras valorar una remodelación de la oficina, para que las personas creativas se muden a un espacio más amplio donde puedan estar juntas, plantearías el problema, entregarías el sombrero azul al moderador y repartirías el resto.
Quien tiene el sombrero blanco consideraría el gasto o ahorro que ello supondría.
El rojo defendería las emociones del resto de trabajadores que se verían afectados
El negro buscaría la parte negativa de que los creativos trabajen juntos.
El amarillo todas las ventajas, mientras que el verde buscaría soluciones para todo lo que se va planteando.
El sombrero azul toma nota de todo y al final de la sesión hace un resumen para poder decidir teniendo en cuenta todos los puntos de vista.
Conclusión
Gracias al brainstorming puedes buscar soluciones creativas para tu empresa, resolver problemas o realizar el proceso de mejora continua.
Esta técnica de equipo permite que cada participante se exprese libremente, y el ambiente facilita que acceda a sus propias ideas innovadoras que se ven potenciadas en el grupo.
Si resistes la tentación de quedarte con las primeras propuestas que salgan (aunque sean muy atractivas), vas a contar con soluciones originales e inesperadas que darán un vuelco a tu negocio.
¿Has probado el poder del brainstorming?
Te leo en los comentarios 😉
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